Tradicionalmente redondas van mezcladas en todo tipo de tonalidades que contrastadas hacen del todo una presentación especial. Las rosas, citada en la Biblia y símbolo inequívoco de belleza, amor y felicidad en la mayoría de las culturas de todo el mundo, son por naturaleza, las flores más especiales pero sin dejar de lado los lírios, margaritas y claveles.

Los centros son otra opción cada vez más demandada. Con un coste más asequible que las coronas, hace que sea un detalle más discreto.

Los ramos son la tercera opción y no menos importante. Hay quien manifiesta su cariño al difunto con un detalle todavía más discreto que la corona o el centro, pero no menos importante en significado.

Pero lo más importante sea corona, centro o ramo es su inscripción, puesto que esta, producirá una vínculo especial y particular entre la(s) persona(s) que la ofrecen y el difunto. Lo normal son palabras alegando el parentesco y significativas del momento. P. ejemplo: "Tus primos no te olvidarán". También y aunque menos habituales, se suelen hacer alegaciones a las virtudes del fallecido/a. P ejemplo: " Tu sonrisa por siempre". Al final nos quedamos con que "Una flor es para siempre" y en estos delicados momentos son todavía más importantes en la despedida del ser querido. En lo profundo de sus raíces, todas las flores mantienen luz.